sexta-feira, março 06, 2015

Mirada inquieta.



La mirada inquieta de Gastón Ugalde lo coloca entre los fotógrafos/artistas más actuantes de Bolivia. Nada sucede por casualidad en la creación de ese artista que ya fue considerado excéntrico en su forma de concretizar conceptos comprometidos con el entorno. En este ensayo realizado a 3.650 metros de altura, en el Salar de Uyuni en Bolivia, la mayor planicie salada del mundo, él toma elementos múltiples que van del cine, pasando por el teatro y por las artes plásticas. 

Cada trabajo, desde el punto de vista fotográfico, se transforma en un estudio sobre la luz natural, mientras que performance e intervención en el paisaje, en un instrumento poético. En este salar, de aproximadamente once capas, con espesores que varían entre 2, 10 y 120 metros de profundidad, Ugalde piensa en vivir un día. Por ahora, él sigue con sus fotos y obras que lo colocan entre los mejores artistas de Bolivia, país que representó en la 53ª Bienal de Venecia, en 2009.

La importancia económica de las lenguas.


“El enemigo del español no es el inglés, sino la pobreza”. Esta afirmación,
acuñada por Antonio Muñoz Molina en su discurso inaugural del “IV Congreso
Internacional de la Lengua Española”, se ha convertido en todo un símbolo del
fuerte vínculo existente entre lengua y economía.
Desde una perspectiva económica, la lengua es un componente esencial del
capital humano y social de una comunidad. De hecho, se estima que un 15%
del producto interior bruto (PIB) de un Estado está vinculado a la lengua. Por
eso, desde una perspectiva económica, el peso y potencial de un idioma está
íntimamente relacionado con los índices macroeconómicos de los países en los
que es lengua oficial.

En el caso del español, no se puede dejar de lado el PIB correspondiente a la
comunidad hispana de los Estados Unidos, que, en 2006, era de 798.000
millones de dólares, según las cifras del Selig Center for Economic Growth. Este
dato es conservador si tenemos en cuenta que atribuye a la comunidad hispana
de Estados Unidos tan solo un 5,9% del PIB norteamericano. En una estimación
alternativa realizada por Juan Carlos Jiménez, que incluye factores como los 10
millones de hispanos que había en ese momento no regularizados, esta cifra
superaría el billón de dólares (1.031.000 millones de dólares), lo que supondría
el 7,7% del PIB de los Estados Unidos.

Tomando esta última cifra como referencia, el «PIB del español» se situaría en
los 4,5 billones (millones de millones) de dólares en el mundo. Dos tercios de
ese PIB vinculado al español se generan entre dos grandes áreas. Por un lado
Norteamérica (México, Estados Unidos y Canadá) y por otro la Unión Europea.
Entre estas dos regiones suman el 78% del poder de compra de los hablantes de
español en el mundo, mientras que los más de 200 millones de
hispanohablantes de Hispanoamérica alcanzan el 22% del total. Si se tiene en
cuenta que, en 2006, el PIB mundial fue de 48,5 billones, se puede concluir que
la contribución del conjunto de hispanohablantes al PIB mundial es del 9,2%.

EL ESPAÑOL: UNA LENGUA VIVA. Informe 2012 - Instituto Cervantes.